viernes, 18 de diciembre de 2009

Fiscalía completa 11 exhumaciones vinculadas con la Masacre de Cantaura

Este jueves fueron exhumados en el Cementerio Municipal de Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, los cuerpos de Sorfanny Alfonzo y Julio César Farías, combatientes del Frente Guerrillero Américo Silva (FAS) asesinados el 4 de octubre de 1982 en la denominada Masacre de Cantaura.

El procedimiento legal, ejecutado por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), estuvo supervisado por el fiscal nacional auxiliar 39º, Jhonny Méndez, y contó con la asistencia del gobernador de Anzoátegui, Tarek William Saab.

Con las exhumaciones de Alfonzo y Farías la Fiscalía completa los 11 procesos de este tipo vinculados con la Masacre de Cantaura. Previamente, el miércoles, se ejecutó el levantamiento de los restos de Euménides Gutiérrez, combatiente del FAS sepultada en Guanta, estado Anzoátegui.

El gobernador de la entidad, Tarek William Saab, felicitó las acciones del Ministerio Público en la búsqueda de justicia para los caídos en Cantaura y el esclarecimiento total de los hechos que calificó como un crimen de lesa humanidad.

Recordó que, de acuerdo con las versiones de testigos, los guerrilleros no perecieron en el ataque militar perpetrado contra ellos, sino que fueron ajusticiados por el simple hecho de ser consecuentes con sus ideales y luchar por la patria.

"No solamente ese asesino (Henry López Sisco) sino también los autores intelectuales los que permitieron (...) la participación y la impunidad en estos hechos. Todos deben ser sometidos a la justicia venezolana y castigados por estos crímenes", destacó el mandatario.

Por su parte, la ahijada de Sorfanny Alfonzo, Ruth Jiménez, comentó que "los familiares (de los caídos) pedimos que se haga justicia, porque hechos como los que sucedieron en Cantaura no pueden quedar impunes. Hay gente que está suelta después de haber hecho esa barbaridad".

"Yo estaba pequeña, pero me acuerdo que cuando fui a allá, a El Tigre, a ver esa fosa común donde los metieron (a los guerrilleros), los tenían como unos animales. Esas personas fueron masacradas, había algunos con tiros de gracia y nosotros somos testigos de eso", recordó.

Jiménez resaltó que si bien el aporte del presidente Hugo Chávez Frías es incomparable, también es cierto que antes que él hubo hombres y mujeres que dieron su vida por el proceso revolucionario, aunque no sean conocidos por la población.

"Sorfanny era una mujer de carácter, hermosísima, pero sobre todo tenía mucha entereza y era fiel a sus principios. Cuando le preguntaban por qué dejaba a su hija y no regresaba con su mamá que estaba sola ella respondía:'Venezuela me necesita y yo estoy donde debo estar. Porque pienso en mi hija es que estoy haciendo esta lucha'", rememoró.

El 4 de octubre de 1982, durante el Gobierno del dirigente copeyano Luis Herrera Campins, cerca de 400 efectivos de la Fuerza Armada Nacional (FAN), acompañados por funcionarios de la Dirección General de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip), emprendieron una operación de asalto y exterminio en el municipio Freites de Anzoátegui.

La acción, que recibió apoyo de unidades de la Fuerza Aérea, específicamente aviones Camberra y Bronco, culminó con el asesinato de 23 combatientes del FAS que acampaban en el sector Los Changurriales de Morocho Evans, en las inmediaciones de Cantaura. En los hechos también perecieron un capitán del ejército y un funcionario de la Disip.

El Ministerio Público reactivó el caso en 2006 y lo puso a cargo de los fiscales nacionales 39º auxiliar, Jhonny Méndez, y 42º, Juan Carlos Ochoa.





ABN
18/12/2009

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