martes, 26 de enero de 2010

El viernes se obtuvieron restos óseos de Roberto Rincón Cabrera

Víctimas de Masacre de Cantaura fueron enterrados en cofres herméticamente cerrados

Hasta ahora se han exhumado 13 de los 23 mártires caídos la mañana del 4 de octubre de 1982. En febrero le corresponderá a la Comandante “Chepa”, Emperatriz Guzmán. El Ministerio Público ha encontrado elementos de convicción para presumir que no hubo enfrentamiento


Retratos de "El Catire"


“El Catire presente y siempre consecuente”, gritaban allegados y sobrevivientes la Masacre de Cantaura, ocurrida el 4 de octubre de 1982, mientras el ataúd de latón donde reposaban los restos de Roberto Rincón Cabrera era extraído de por lo menos 3 metros bajo tierra, en el Cementerio Metropolitano de Maracay, estado Aragua.

Se trataba de la exhumación de un mártir que se desempeñó como Primer Comandante del Frente Guerrillero Américo Silva (FAS), que operó en las montañas del estado Anzoátegui en la década de los años 80. El procedimiento fue ordenado por el Ministerio Público, organismo que reabrió el caso después de 27 años de total impunidad.

Hasta ahora, son 13 los cadáveres que han sido exhumados como parte de las investigaciones que adelanta ese organismo. Se espera que a mediados de este año se hayan completado las 23 exhumaciones correspondientes al caso. En febrero le tocará el turno a la Comandante “Chepa”, Emperatriz Guzmán Cordero, enterrada en Maturín, estado Monagas.

Yoni Méndez, Fiscal 38 con competencia nacional, indicó que el procedimiento responde a la necesidad de identificar si las osamentas corresponden a las víctimas y posteriormente verificar las causas de la muerte mediante la aplicación de estudios técnico-científicos.

“Los criterio de los análisis son antropológicos y odontológicos”, informó Méndez, quien resaltó que la investigación de campo ha permitido encontrar “muchísismos” elementos de convicción, entre los que destaca el hecho de que todos los fallecidos fueron enterrados en cofres de metal herméticamente cerrados.

“Mucha gente tiene dudas de que el cadáver que le entregaron corresponda al de sus familiares porque cuando hicieron el reclamo de los restos nunca pudieron verificar que la persona que estaba allí era su familiar”, afirmó Méndez. Otro de los elementos de convicción que el funcionario resalta es que la mayoría de los cofres estaban numerados.

El equipo multidisciplinario que acompañó al Ministerio Público en el procedimiento estaba conformado por odontólogos forenses, anatomopatólogos, antropólogos y funcionarios del CICPC de la seccional de Aragua.

Reacciones
Neyibe Rincón Lozada, sobrina de Roberto Rincón Cabrera, sostiene que “mientras haya democracia burguesa no habrá revolución”, razón por la cual confía en que se haga justicia a partir de las investigaciones que realiza el Ministerio Publico.

“En una carta que le escribió a su madre, Roberto señala que todo aquel que se dedica a la causa bolivariana, no debe hacerlo por parte, sino de manera íntegra”, revela Neyibe Rincón Lozada.

Homenajes

El estado Aragua dedicó la semana pasada a homenajear a quien considera su “hijo heroico”. El Consejo Legislativo de esa entidad instaló una sesión especial en la que los familiares recibieron una placa de reconocimiento a la lucha que “El Catire” libró desde los 13 años hasta el día de su muerte.

Se espera que para este año sea inaugurado un salón en la sede del Consejo Legislativo de Aragua que lleve por nombre Roberto Rincón Cabrera. También, una vez que el Ministerio Publico realice las investigaciones pertinentes, los restos óseos de “El Catire” sean enterrados con los honores y reconocimientos que merece
T/ Jesús Manzanárez
F/Cortesía Familia Rincón
La “autopsia” de “El Catire”

Al igual que al resto de los 22 cadáveres, Roberto Rincón Cabrera fue trasladado a la morgue de El Tigre, estado Anzoátegui, a pocos kilómetros de Cantaura. El equipo del Correo del Orinoco constató, después de 27 años, que ese recinto no tiene capacidad para atender a 23 personas en un sólo día, mucho menos a través de un sólo anatomopatólogo, que en el caso de Cantaura resultó ser el Doctor Edgar Morillo.

La descripción que Morillo hace en el supuesto protocolo de autopsia que habrían practicado al cadáver de Roberto dice así: “Se trata de un hombre que aparenta tener 35 años”. Efectivamente tenía 35 años. ¿casualidad?. Y agrega: “la muerte se produjo por shock hipovolémico debido a hemorragia interna masiva debida a disparos de armas de fuego”.

Morillo es mucho más explícito en la descripción de lo que intentaron ocultar las autopsias: “no había tatuaje alrededor de los orificios de entrada por lo que se deduce que los disparos fueron hechos a más de 2 metros de distancia. No se pueden precisar con exactitud el tipo de armamento utilizado para consumar el hecho, ya que los proyectiles que entran al organismo, salen”.

De acuerdo con el testimonio de Neyibe Rincón, su sobrina, “Roberto (El Catire) no permitió que lo arrodillarán para que le dieran el fulano tiro de gracia”. “Prefiero morir de pie”, dicen que dijo “El Catire”. El protocolo de autopsia se refiere también al aparato locomotor del cadáver y explica: “Sin lesiones aparentes”.

Sin embargo, no solamente Neyibe Rincón, sino algunos sobrevivientes, aseguran que Roberto Rincón Cabrera fue herido inicialmente en sus dos piernas cuando cayeron las primeras bombas, “justo en el fogón donde hacían las arepas”, recordó José Ruiz, habitante de Cantaura, estado Anzoátegui. Le tocará al Ministerio Publico confirmar esta versión una vez exhumado el mártir aragueño.


Otros elementos de convicción
En la Masacre de Cantaura cayeron 23 militantes revolucionarios que tomaron las armas en Venezuela como una forma de lucha ante la fuerte represión que se desató en el país una vez firmado el pacto de Punto Fijo. Los familiares y allegados de las víctimas, no tienen palabras para describir la crueldad con la que asesinaron a esos mártires, aunque después de 27 años, algunos han hecho el esfuerzo de hablar del caso en exclusiva para el Correo del Orinoco

Los elementos de convicción que aparecen como parte de las investigaciones confirman parcialmente las hipótesis de los familiares. El Fiscal Yoni Méndez asegura que se han localizado heridas por armas de fuego en diferentes partes de los cuerpos que hasta ahora se han exhumado. “A mi esposo lo mató la Disip”, dijo Elia Oliveros, viuda de Carlos Arzola, también masacrado en la operación.

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