martes, 22 de diciembre de 2009

Para recordar en Navidad La ternura de Sor Fanny

Conocí a Sor Fanny en Petare, en tiempos cuando ser revolucionario no era algo que se llevaba en la boca para tener grandes ganancias y hacerse banquero, ni se presumía de ser “Hijo de”, “familia de”, para crear una aristocracia pomalaca que busca lucrarse de las luchas que realizamos otras y otros; sino algo que debía decirse en voz baja y en confianza, porque éramos perseguidos a muerte.

Porque sí hubo luchas, Sant Roz, pero estábamos a la defensiva estratégica, después de la caída de los dos colosos orientales de la revolución mundial: la derrota de la URSS, el fallecimiento de Mao Tsetung (O Mao Zedong, como se escribe ahora), y muchos de sus más elevados sueños; sobre todo en los años noventa, bajo el neoliberalismo, que insurgía con fuerza por sobre los huesos de los pueblos alzados del mundo. Porque el imperio aprende, y supo manejar muy bien todos sus recursos, su represión, su engaño mundial; y triunfó, aunque no para siempre.

En ese tiempo, cuando participar en las luchas del pueblo era una condena a muerte, Sor Fanny se hizo Revolucionaria con todas las letras. La conocí junto a Oswaldo Arenas, quien fue asesinado en La Pica, cuando Bandera Roja era un grupo revolucionario y no un cadáver extraído de la tumba para ser utilizado contra el proceso revolucionario.

Sor Fanny fue una mujer sensible, capaz de sentir la tristeza o la alegría de las demás personas, como sienten poetas, profetas y revolucionarios. Y su corazón tenía la facilidad de comprensión que tiene una madre amorosa. Era una madre guerrera que buscaba, a su manera y arriesgando el pellejo, cambiar las cosas para que la gente pudiera vivir mejor. Con el pelo liso recogido en una “cola” en la nuca, una gran cartera donde cargaba todos los implementos que se necesitan para vivir en clandestinidad, una ausencia total de miedo y su voz modulada de revolucionaria conspiradora, esta camarada buscaba la organización del pueblo, única manera en que se puede acabar la opresión en cualquier parte del mundo. En esos tiempos surgía un gran movimiento obrero, sobre todo en el calzado.

Sor Fanny fue, más que “una guerrillera”, una organizadora urbana de la clase trabajadora, que además predicaba con el ejemplo, que fue capaz de poner su propia vida en prenda del proceso revolucionario en el que creyó, pero de verdad verdad.

En una de las grandes traiciones de la historia reciente de Venezuela, ciertos elementos, estando dentro de Bandera Roja, cooperaron con los enemigos estratégicos para que 23 camaradas fuesen asesinados en una clara operación de exterminio. Habían sido convocados a un “pleno” en Oriente y sólo quedaron vivos los que no fueron, por diferentes razones, por suerte, y los que fueron puestos a salvo por el enemigo, con el cual colaboraban. El imperio supo golpear en la raíz, para frenar el proceso revolucionario, asesinando a las mejores personas de esa organización, hasta entonces revolucionaria, en Cantaura.

Se sabía que ese grupo estaba infiltrado, y no sería raro que los encubiertos hayan sido los que hoy en día apoyan abiertamente la contrarrevolución, levantando una bandera desteñida, roja por la sangre de los camaradas asesinados, utilizando una jerga toscamente “izquierdista” y chupando las medias de los opresores, cuyas manos aún añoran la muerte del pueblo y tiemblan por los deseos insanos de seguir asesinando a la gente para que no sean obstáculos a la labor de la codicia, característica del capitalismo.

Se supone que la navidad es un tiempo de alegría y, en verdad, si salimos a la calle con serenidad podemos sentir el efluvio telúrico de una cierta paz, que la Pacha Mama nos regala en estos tiempos. Sin embargo, la exhumación de los restos de algunos camaradas, entre quienes está Sor Fanny, justo antes de las navidades, es un clarinazo que debe recordarnos que aún el socialismo es un vector que indica un mundo mejor, pero no una realidad viviente; que hay injusticia en el mundo, que esos crímenes aún están impunes y por lo tanto tenemos una misión que no ha sido cumplida todavía.

Esperamos que las próximas navidades nos encuentren con un proceso de justicia revolucionaria en acción, con una claridad de conciencia aún mayor que la de hoy, con la seguridad de que los infiltrados de hoy no tengan el éxito que tuvieron los de ayer, cuando el imperialismo logró (sólo temporalmente) detener el carro de la revolución, asesinando a muchos camaradas, aprisionando a otros y ubicando a los débiles de conciencia para neutralizarlos, o comprarlos... Como están comprando ahora a todo el que se quiera vender.

Que haya avanzado el reparto de las tierras, el comercio socialista, que haya avanzado el empoderamiento del pueblo sobre los medios de producción, y el establecimiento de organizaciones populares como los Consejos Comunales, que pueden llegar a ser órganos de auténtico poder popular. Que sea más generalizada la conciencia de que una agresión extranjera tiene que unirnos, más que nunca, para derrotarla, como lo hicimos contra los españoles hace dos siglos.

Cuando una sociedad está madura para la transformación profunda, produce sus propios líderes y moviliza al pueblo espontáneamente, como hace veinte años ocurrió en Venezuela, y como ha venido ocurriendo en distintos países. Las condiciones están dadas para la Revolución y nos toca el difícil papel de estar en la vanguardia junto con otros países, como los del ALBA, marcando el camino. Y esa responsabilidad hay que asumirla.

Pero no debemos olvidar que, para triunfar, la Revolución debe estar plena de ternura y amor a la gente, como la ternura de Sor Fanny, que aún flota en su recuerdo heróico y ejemplar.





Andrea Coa
andrea.coa@gmail.com
aporrea.org

domingo, 20 de diciembre de 2009

Sor Fanny Alfonzo, “Mayorca”

Ejemplo de Mujer Combatiente por el Socialismo

Ayer viernes 18 de diciembre exhumaron en el cementerio de Barcelona los restos de nuestra amiga y camarada Sor Fanny Alfonzo, integrante de la comandancia del Frente Guerrillero Américo Silva, quien falleciera en combate en la Masacre de Cantaura, el 4 de octubre de 1982.

La legendaria “Mayorca”, como fue uno de sus pseudónimos utilizados en el frente, dio su vida en Cantaura peleando por la liberación del pueblo de la explotación capitalista y procurando abrir caminos para la construcción del socialismo. Precisamente lo que hoy se intenta hacer en Venezuela en el contexto de la revolución bolivariana.

Sentimos la necesidad de rendir el más elevado de los homenajes a quien conocimos y con quien compartimos experiencias como combatientes guerrilleros de la década de los 80.

Sor Fanny significó para nosotros la más alta expresión de la mujer liberada de la doble opresión que el capitalismo ejerce sobre el género femenino. Doble opresión derivada una de la explotación capitalista, y la otra derivada de la discriminación de género, es decir, del machismo que impera en nuestras sociedades, en donde la mujer trabajadora se ve sometida al mismo tiempo por su compañero o cónyuge, el cual descarga sobre ella las tareas propias del hogar (cocina, limpieza, crianza de los hijos).

De alguna forma, Sor Fanny logró trascender ese papel de semi-esclavitud a la cual están destinadas las mujeres en el capitalismo, y se colocó en la vanguardia de quienes luchaban por la revolución socialista. Abandonó todo: estudios, trabajo, familia, y se dedicó a tiempo completo a la lucha revolucionaria, entendiendo que la amplitud de las tareas que en ese entonces se planteaban los revolucionarios exigía de cada uno de nosotros el mayor de los esfuerzos personales. En una época en que la consigna de patria o muerte se tomaba literalmente, y el riesgo de morir nos acompañaba todos los días.

Su papel en el frente guerrillero no se diferenciaba del de cualquier otro combatiente, y por el contrario, su actividad se equiparaba al del mejor de los cuadros revolucionarios. En una oportunidad la vimos disparar contra el enemigo, en el transcurso de un combate, más de 100 proyectiles realizados con un fusil M1 semiautomático. En otros momentos, estaba entre quienes alzaban las cargas más pesadas y realizaban los trabajos más duros.

Nunca vimos en ella asomo alguno de dudas sobre su compromiso revolucionario, nunca demostró miedo ante el peligro que asumíamos diariamente, nunca estuvo en su semblante la posibilidad de dejar de creer en el triunfo de la revolución. En la preparación de los combates, en el apresuramiento de las retiradas, su voluntad de lucha siempre la colocó en la primera fila de choque con el enemigo.

Puedo decir además que hasta mis primeros conocimientos de cocina los tuve de las manos de Mayorca. Mi primera arepa, mi primer arroz, mi primera taza de café, las aprendí a hacer siguiendo los consejos de Mayorca, como mi compañera del “turno de cocina” en el frente guerrillero.

Hoy en día, a 27 años de su muerte, el ejemplo de Sor Fanny debe constituirse en emblema de la participación revolucionaria de la mujer venezolana por la construcción del socialismo.

Estoy seguro que en las montañas del estado Sucre, en las llanuras de Guárico, en las sabanas de Anzoátegui y Monagas, todavía flota la presencia de Mayorca y de las decenas de camaradas que murieron en Cantaura y en otros enfrentamientos durante las décadas del 60, 70 y 80, esperando y exigiendo de nosotros el mayor de los esfuerzos por construir el socialismo por el cual ellos dieron sus vidas.

Cuando vemos que esta revolución bolivariana está amenazada no sólo por el enemigo imperialista, sino por la derecha burocrática y corrupta que desde el interior del proceso amenaza con desviarlo del objetivo socialista, el ejemplo de los guerrilleros muertos en Cantaura debe servir para profundizar nuestra lucha, para reforzar nuestro compromiso, para derrotar definitivamente al capitalismo explotador y aplastar contundentemente a la derecha endógena boliburguesa.

Sé que en algún lugar Sor Fanny espera por nosotros. Con su sonrisa tierna, con su mirada profunda, con su escultural cuerpo de reina de belleza, con su inteligencia de cuadro revolucionario, Sor Fanny nos espera y nos anima para que sigamos combatiendo por construir el socialismo. Seamos como Sor Fanny, seamos como los combatientes de Cantaura, seamos genuinamente revolucionarios.

Vaya hoy nuestro homenaje.

Nuestras lágrimas por tu recuerdo.

Nuestra firme decisión de seguir diciendo: Hasta la Victoria: Siempre ¡¡¡¡¡

Patria o Muerte. Venceremos ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡





Roberto López Sánchez
Aporrea.org
20/12/2009

sábado, 19 de diciembre de 2009

Video de Exhumación en Puerto La Cruz

viernes, 18 de diciembre de 2009

Fiscalía completa 11 exhumaciones vinculadas con la Masacre de Cantaura

Este jueves fueron exhumados en el Cementerio Municipal de Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, los cuerpos de Sorfanny Alfonzo y Julio César Farías, combatientes del Frente Guerrillero Américo Silva (FAS) asesinados el 4 de octubre de 1982 en la denominada Masacre de Cantaura.

El procedimiento legal, ejecutado por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), estuvo supervisado por el fiscal nacional auxiliar 39º, Jhonny Méndez, y contó con la asistencia del gobernador de Anzoátegui, Tarek William Saab.

Con las exhumaciones de Alfonzo y Farías la Fiscalía completa los 11 procesos de este tipo vinculados con la Masacre de Cantaura. Previamente, el miércoles, se ejecutó el levantamiento de los restos de Euménides Gutiérrez, combatiente del FAS sepultada en Guanta, estado Anzoátegui.

El gobernador de la entidad, Tarek William Saab, felicitó las acciones del Ministerio Público en la búsqueda de justicia para los caídos en Cantaura y el esclarecimiento total de los hechos que calificó como un crimen de lesa humanidad.

Recordó que, de acuerdo con las versiones de testigos, los guerrilleros no perecieron en el ataque militar perpetrado contra ellos, sino que fueron ajusticiados por el simple hecho de ser consecuentes con sus ideales y luchar por la patria.

"No solamente ese asesino (Henry López Sisco) sino también los autores intelectuales los que permitieron (...) la participación y la impunidad en estos hechos. Todos deben ser sometidos a la justicia venezolana y castigados por estos crímenes", destacó el mandatario.

Por su parte, la ahijada de Sorfanny Alfonzo, Ruth Jiménez, comentó que "los familiares (de los caídos) pedimos que se haga justicia, porque hechos como los que sucedieron en Cantaura no pueden quedar impunes. Hay gente que está suelta después de haber hecho esa barbaridad".

"Yo estaba pequeña, pero me acuerdo que cuando fui a allá, a El Tigre, a ver esa fosa común donde los metieron (a los guerrilleros), los tenían como unos animales. Esas personas fueron masacradas, había algunos con tiros de gracia y nosotros somos testigos de eso", recordó.

Jiménez resaltó que si bien el aporte del presidente Hugo Chávez Frías es incomparable, también es cierto que antes que él hubo hombres y mujeres que dieron su vida por el proceso revolucionario, aunque no sean conocidos por la población.

"Sorfanny era una mujer de carácter, hermosísima, pero sobre todo tenía mucha entereza y era fiel a sus principios. Cuando le preguntaban por qué dejaba a su hija y no regresaba con su mamá que estaba sola ella respondía:'Venezuela me necesita y yo estoy donde debo estar. Porque pienso en mi hija es que estoy haciendo esta lucha'", rememoró.

El 4 de octubre de 1982, durante el Gobierno del dirigente copeyano Luis Herrera Campins, cerca de 400 efectivos de la Fuerza Armada Nacional (FAN), acompañados por funcionarios de la Dirección General de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip), emprendieron una operación de asalto y exterminio en el municipio Freites de Anzoátegui.

La acción, que recibió apoyo de unidades de la Fuerza Aérea, específicamente aviones Camberra y Bronco, culminó con el asesinato de 23 combatientes del FAS que acampaban en el sector Los Changurriales de Morocho Evans, en las inmediaciones de Cantaura. En los hechos también perecieron un capitán del ejército y un funcionario de la Disip.

El Ministerio Público reactivó el caso en 2006 y lo puso a cargo de los fiscales nacionales 39º auxiliar, Jhonny Méndez, y 42º, Juan Carlos Ochoa.





ABN
18/12/2009

MP exhumó dos cadáveres en cementerio de Sotillo

El gobernador del estado Anzoátegui estuvo presente para dar apoyo a familiares

Debido al cierre de tribunales por fiestas decembrinas se dejarán de desterrar cuerpos de la "masacre de Cantaura"

Tal como se tenía previsto, el día de ayer en horas de la mañana fueron exhumados dos cuerpos de la denominada “masacre de Cantaura”, los cuales se encontraban enterrados en el Cementerio Municipal de Puerto La Cruz.

Durante la exhumación estuvieron presentes el gobernador del estado Anzoátegui, Tarek William Saab, el fiscal Nº 39, Jhony Méndez, expertos forenses del Cicpc, el presidente del Consejo Legislativo regional, Irán Aguilera, y los miembros de la Asociación Cantaura Vive. Los dos cuerpos que fueron desenterrados pertenecían a Sor Fani Alfonso Salazar y Julio César Farías. Ambos cadáveres formarán parte de las investigaciones que adelanta el Ministerio Público.


El gobernador Saab ofreció apoyo a los familiares
El gobernador Saab, quien conversó con los familiares de las víctimas, destacó que quiso estar presente durante la exhumación para darle apoyo absoluto a la Fiscalía General de la República. "En especial quiero darle apoyo a la doctora Luisa Ortega Díaz, quien ha tenido la valentía de iniciar esta batalla por la verdad para que este horrible crimen jamás quede impune, es un apoyo moral y civil”, dijo.

Señaló que estas acciones emprendidas por el Ministerio Público determinarán con rigor científico las verdaderas causas de muerte de este grupo de mujeres y hombres que perdieron la vida durante la denominada “masacre de Cantaura". Por otra parte, se conoció que los demás cuerpos serán exhumados para el próximo año, ya que los tribunales del país han cerrado sus puertas al público debido a a la época decembrina.

Adicional
El gobernador del estado Anzoátegui aseguró que con estas investigaciones se podrán esclarecer cuáles fueron las principales causas de estos hechos.



Mariana Perales
Diario Nueva Prensa de Oriente
18/12/2009

jueves, 17 de diciembre de 2009

MP realizó exhumación de una de las víctimas de la masacre de Cantaura

El procedimiento legal estuvo bajo la dirección del fiscal nacional auxiliar 39º, Jhonny Méndez, y contó con la presencia de familiares y amigos de la fallecida, quien en vida se dedicó a la enseñanza.

Como parte de las investigaciones que adelanta la Fiscalía del Ministerio Público, este miércoles se realizó en el Cementerio Municipal de Guanta, estado Anzoátegui, el proceso de exhumación de Euménides Gutiérrez Rojas, una de las víctimas de la masacre de Cantaura, ocurrida el 4 de octubre de 1982.

Gutiérrez Rojas se convierte en la novena combatiente del Frente Guerrillero Américo Silva (FAS), cuyos restos han sido recuperados por el Ministerio Público para la investigación del caso.

El procedimiento legal estuvo bajo la dirección del fiscal nacional auxiliar 39º, Jhonny Méndez, y contó con la presencia de familiares y amigos de la fallecida, quien en vida se dedicó a la enseñanza en la Escuela Andrés Bello de Guanta.

El integrante de la Asociación Cantaura Vives, Níger Barrolleto, en nombre de la organización, destacó que la disposición del Ministerio Público en esclarecer este hecho. Agregó que es una gran satisfacción que luego de 27 años de lucha se ve una luz en el túnel, lo que se traduce en el cese de la impunidad.

Uno de los abogados de los familiares y víctimas de la Masacre de Cantaura, Rafael Hurtado, explicó que la intención de la exhumación es primero lograr una identificación positiva de los restos de Gutiérrez Rojas, con relación a los datos de su expediente.

Además, se busca incorporar nuevos elementos a la hipótesis mantenida durante años por los parientes y allegados de los fallecidos, quienes sostienen que la mayoría de los combatientes fueron torturados y ajusticiados con tiros de gracia.

Hurtado detalló que aún cuando falleció Luis Herrera Campins, presidente de la República, en el momento del suceso, todos los funcionarios subalternos calificados como responsables materiales e intelectuales están con vida y por lo tanto deben rendir cuentas ante la justicia.

Por otro lado, el hermano de Euménides, Pablo Gutiérrez, apuntó que las exhumaciones constituyen un paso importante en la activación de la investigación judicial del caso que había sido olvidado por gobiernos anteriores al mandato del presidente Hugo Chávez Frías.




Prensa Web RNV
17 Diciembre 2009

Exhumaron otro cadáver de la "masacre de Cantaura"

Exhumaron otro cadáver de la "masacre de Cantaura"
Se espera que para hoy sean desenterrados dos nuevos cuerpos

Acción se realizó en el cementerio de la ciudad de Guanta, en horas de la mañana de ayer

En horas de la mañana de ayer, funcionarios del Ministerio Público de Caracas se presentaron en el Cementerio Municipal de Guanta para hacer la exhumación de uno de los cadáveres de la denominada “masacre de Cantaura". En el sitio estuvieron presentes el fiscal Nº 39 Jhony Méndez, encargado por la Fiscalía para la exhumación del cuerpo, así como el presidente del Consejo Legislativo regional, Irán Aguilera, y miembros de la Asociación Cantaura. El fiscal Jhony Méndez destacó que el cuerpo exhumado pertenece a Eumenedis Gutiérrez Rojas, el cual será estudiado para determinar cómo fue atacada durante los hechos sangrientos, en los que murieron más de veinte personas.

Agregó que con esta exhumación se contabilizan nueve cuerpos que fueron sacados de sus tumbas durante este año. Explicó que Caracas fue el primer lugar donde comenzaron a hacer tres exhumaciones, luego dos en Cumaná, dos en Casanay y una en Puerto Cabello.

Señaló que para el día de hoy se tienen previstas otras dos exhumaciones para un total de once por este año. Se espera que para el 2010 se terminen de exhumar los 23 cuerpos que se contabilizaron luego de la masacre.

Agradecimiento

Ricardo Ochoa, miembro de la Asociación Cantaura, agradeció esta labor, ya que aseguró que con las exhumaciones se determinarán cuáles fueron las verdaderas causas de muerte de las víctimas.

"Después de 27 años de lucha podemos sentirnos tranquilos, se va a determinar quiénes son los verdaderos culpables”, agregó.

Tenga en Cuenta

La masacre de Cantaura ocurrió el 4 de octubre del año 1982, durante el mandato del ex presidente de Venezuela Luis Herrera Campins.





Mariana Perales
Diario Nueva Prensa de Oriente
17/12/2009

Exhuman cadáver de mujer asesinada en masacre de Cantaura

Luego de 27 años de lucha
Exhuman cadáver de mujer asesinada en masacre de Cantaura

Con la presencia del Fiscal Nacional Nº 38, doctor Johnny Méndez, se inició la mañana de ayer en el cementerio municipal de Guanta la exhumación del cadáver de Umenides Isoida Gutiérrez Rojas, quien murió en el año 1982 en la masacre ocurrida en la ciudad de Cantaura.

Ricardo Ochoa, miembro de la Asociación “Cantaura Vive”, manifestó que luego de 27 años de luchas fueron oídas sus peticiones para que se haga justicia con los camaradas caídos en aquella oportunidad. El mismo indicó que el Ministerio Público ha sido diligente en llevar adelante las investigaciones en torno a este hecho y que al fin los familiares de los fallecidos verán hacer justicia.

Ochoa informó que se han realizado nueve exhumaciones en todo el territorio nacional en torno a este caso, tres se efectuaron en el cementerio general del sur en la ciudad de Caracas, dos en Cumaná, igual número en Casanay, una en Puerto Cabello y la de ayer en Guanta.

Esperan que el año que viene la vindicta pública continúe con las exhumaciones restantes y los culpables sean castigados aunque muchos de ellos ya han fallecido y salga a relucir la verdad de aquel hecho.

“La impunidad es peor que el delito”, dijo Ricardo Ochoa.

Para hoy se espera la exhumación de los cadáveres de Solfrani Alfonso Salzar y Julio César Farias, estas se llevarán a cabo en el cementerio municipal de la ciudad de Puerto La Cruz.




Diario Impacto
17/12/2009

Exhuman restos de víctima de masacre de Cantaura

Se espera que para el día de hoy sea sacado otro cuerpo


Ayer en horas de la mañana, en el cementerio municipal de Guanta, se efectuó la exhumación del cadáver de la profesora Euménides Isoida Gutiérrez, una de las víctimas de la Masacre de Cantaura, ocurrida el pasado 4 de octubre de 1982.

Al camposanto portuario se hicieron presentes efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y Fiscalía 38 en competencia Nacional del Ministerio Público, a cargo de Jhonny Méndez, así como los parientes de los infortunados.

Ricardo Ochoa, presidente de la Asociación Civil “Cantaura Vive”, indicó sentir gran satisfacción luego de 27 años, “hemos visto una luz en el túnel. Se va a acabar la impunidad para estos caídos”, dijo.

Manifestó que se va a abrir una investigación en torno a este caso, a fin de que se demuestre las responsabilidades de este caso, agregando que muchos fallecieron de muerte natural y otros se encuentran fugitivos.Apuntó que para el día de hoy se espera una nueva exhumación en el cementerio de Puerto La Cruz, luego que 9 más se realizaran en Caracas, Casanay, Puerto Cabello y Cumaná, estado Sucre.

Ochoa aseveró que el primero fue el de un sujeto no identificado, hace dos años atrás.Cabe destacar que el 4 de octubre de 1982, cuatro aviones de Fuerza Aérea de Venezuela lanzaron 17 bombas en las cercanías de Cantaura, mientras que 1500 efectivos del Ejército, Guardia Nacional y Disip cercaban con orden de aniquilar a los integrantes del Frente Américo Silva, con un total de 41 víctimas.





Marianella Márquez
Diario Metropolitano
17/12/2009

Han exhumado 9 cadáveres de Masacre de Cantaura

RESULTADOS PODRÍAN ESTAR EN 6 MESES

A 27 años de la Masacre de Cantaura, ocurrida el 4 de octubre de 1982, el Ministerio Público continúa las investigaciones para conocer la realidad de los hechos.

En este sentido, recientemente reactivaron la exhumación de los cadáveres de las víctimas de la tragedia.

Ayer el equipo encargado de realizar las investigaciones estuvo en el cementerio del municipio Guanta, donde desenterraron el cuerpo de Euménidis Ysoida Gutiérrez Rojas, quien era oriunda de San Tomé.

Johnny Méndez, fiscal 38º nacional, informó que con ésta suman nueve las exhumaciones en lo que va de proceso; y faltarían 16 por efectuar.

Recordó que en lo que va de trámite han realizado esta acción en el área metropolitana de Caracas, donde exhumaron tres cadáveres, Sucre donde desenterraron cuatro, y en Puerto Cabello, donde exhumaron un cuerpo.

Hoy estarán en el cementerio del municipio Sotillo y en los próximos días en Anaco; y los estados Vargas, Aragua, Bolívar y Monagas. En esta labor participa un equipo integrado por patólogos, antropólogos, odontólogos forenses, entre otros. Estiman que los análisis estén listos en seis meses o más.







Yeraldyn Vargas
Diario El Norte
17/12/2009

Han exhumado 9 cadáveres de Masacre de Cantaura

RESULTADOS PODRÍAN ESTAR EN 6 MESES

A 27 años de la Masacre de Cantaura, ocurrida el 4 de octubre de 1982, el Ministerio Público continúa las investigaciones para conocer la realidad de los hechos.

En este sentido, recientemente reactivaron la exhumación de los cadáveres de las víctimas de la tragedia.

Ayer el equipo encargado de realizar las investigaciones estuvo en el cementerio del municipio Guanta, donde desenterraron el cuerpo de Euménidis Ysoida Gutiérrez Rojas, quien era oriunda de San Tomé.

Johnny Méndez, fiscal 38º nacional, informó que con ésta suman nueve las exhumaciones en lo que va de proceso; y faltarían 16 por efectuar.

Recordó que en lo que va de trámite han realizado esta acción en el área metropolitana de Caracas, donde exhumaron tres cadáveres, Sucre donde desenterraron cuatro, y en Puerto Cabello, donde exhumaron un cuerpo.

Hoy estarán en el cementerio del municipio Sotillo y en los próximos días en Anaco; y los estados Vargas, Aragua, Bolívar y Monagas. En esta labor participa un equipo integrado por patólogos, antropólogos, odontólogos forenses, entre otros. Estiman que los análisis estén listos en seis meses o más.







Yeraldyn Vargas
Diario El Norte
17/12/2009

jueves, 10 de diciembre de 2009

Comisión especial exhumó cadáver de porteño caído en masacre de Cantaura

Con el objetivo de continuar la investigación sobre la masacre de Cantaura, reabierta por instrucciones del Presidente de la República, Hugo Chávez, ayer en horas de la mañana fue exhumado el cuerpo del ciudadano caído en este suceso, Ildemar Lorenzo Morillo, porteño, integrante del Frente Guerrillero “Américo Silva”, de Bandera Roja, quien luego de la tragedia fue trasladado al cementerio municipal de Puerto Cabello.

El trabajo fue realizado por una comisión especial, integrada por los fiscales del ministerio público, fiscal 51 Roselys Barboza, fiscal 38, Jhonny Méndez, la fiscal general del estado Carabobo; Liseth López, el equipo multidisciplinario del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas de Puerto Cabello y la Unidad Técnico Científica del Ministerio Público.

La información fue suministrada, por Liseth López, fiscal general del estado Carabobo, quien explicó que el objetivo de la exhumación es probar que se trata de uno de los cadáveres de la masacre de Cantaura, tragedia sucedida el 04 de octubre del año 1982. “Esta prueba se va a ser, primero para identificar si se trata de la persona y segundo para determinar las causas de la muerte”, aseguró.

En el mismo orden de ideas, aseguró que la experticia se realizó luego que el Ministerio Público le requiriera al tribunal de Puerto Cabello que realizara los trámites para la exhumación.

En el cementerio municipal se encontraban, los padres y familiares de la víctima, quienes en compañía del abogado del caso, conversaron con el alcalde de la ciudad, Rafael Lacava y expresaron su dolor latente, por la muerte de un líder revolucionario de la época, por el que aún esperan justicia.

IMPOSIBLE OLVIDAR

El alcalde de la ciudad, como máximo líder revolucionario expresó, “hoy Puerto Cabello también se hace presente en esta gran cruzada nacional, que nuestro gobierno, con los familiares y con nuestra historia, la historia de nuestros mártires, sufre, gracias a los gobiernos asesinos del punto fijismo”.

Continuó, “hoy la revolución venezolana les dice que Cantaura sigue viva, que el alma de Cantaura está viva, que los mártires están en nuestras almas y que su sacrificio no será olvidado. Gracias a la Fiscalía General de la República, al gobierno revolucionario, que lidera el Presidente Chávez, esto ha sido posible después de más de dos décadas”.

En el mismo orden de ideas, aseguró que el objetivo de la investigación es determinar las causas de la muertes, “para que se hagan responsables los asesinos de esos gobiernos que fueron prácticamente contratados por la visión asesina del imperio, de esa visión de la escuela de las Américas, que nos controlaron gran parte del territorio de América latina”.

Agregó, “hoy este país insurge ante lo que fue la metodología asesina de todo lo que fue el siglo 20, para que el pueblo venezolano conozca y sepa efectivamente cómo se produjo esa tragedia, que llevó a muchos de nuestros jóvenes a ser masacrados y asesinados por gobiernos terroristas, que hoy por cierto siguen teniendo estos lacayos de la oposición venezolana todavía algún vestigio de esa realidad”.

HONOR A MORILLO

El alcalde de la ciudad, recibió de manos de los familiares el libro “La Masacre de Cantaura”, del autor Alexis Rosas y la solicitud de apoyo, por el lamentable hecho que dejó enlutada una familia porteña.

Tras la conversación, el alcalde aseguró que, “estamos preparando algo, porque el camarada Morillo, el próximo 23 de enero hubiese cumplido 51 años de edad, para ello ya tenemos preparado algunos eventos para recordar la memoria de este insigne porteño, con sus familiares. También rendiremos honores y los iremos haciendo públicos en su momento”.

RECUENTO

El 4 de octubre de 1982 a las 5.30 a.m., aviones Canberra y Bronco de la Fuerza Aérea Venezolana, cuatrocientos hombres de la Fuerza Armada Nacional y decenas de efectivos de la Disip procedieron a atacar un campamento donde 40 ciudadanos efectuaban una reunión del Frente Américo Silva del partido Bandera Roja, para ese entonces revolucionario.

La reunión se efectuaba cerca de Cantaura, en el estado Anzoátegui, oriente de Venezuela. Fue una emboscada que acabó con la vida de hombres y mujeres de entre 16 y 30 años.

Investigaciones posteriores revelaron que este hecho fue una operación de exterminio, a pesar de que el movimiento guerrillero armado venezolano ya estaba prácticamente extinguido. La mejor prueba de esto es que, de los 23 cadáveres, 14 presentaban tiros en la nuca: habían sido rematados estando heridos. Un modus operandi que también se repitió en las masacres de Yumare, Caño Las Coloradas y el Caracazo.

Aquel genocidio fue llevado a cabo durante el gobierno del socialcristiano Luís Herrera Campíns, quien avaló la masacre llevada a cabo por la Disip, capitaneada por Henry López Sisco, quien se ufana de tener más de 200 muertos en su haber.

Contó con el visto bueno del ministro de Relaciones Interiores de entonces, Luciano Valero, del gobierno estadounidense de ese momento - presidido por Ronald Reagan - y de los organismos internacionales, incluyendo a la Iglesia Católica. López Sisco actualmente está imputado por la justicia venezolana pero huyó de ésta.

Prensa Alcaldía Socialista de Puerto Cabello
09/12/2009

Cantaura Vive © 2009.

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